El cerebro procesa el olor de forma muy parecida a la memoria. Al entrar en contacto con un aroma que disfrutamos en el pasado, el cerebro lo recuerda y nos conecta con la experiencia que vivimos. El aroma entonces tiene la capacidad de transportar nuestra mente a otros lugares e incluso transformar nuestro estado de ánimo.

Las fragancias naturales nos conectan con la naturaleza y pueden evocar recuerdos felices como por ejemplo, cuando jugábamos en el pasto recién cortado cuando éramos chicos

Los aceites esenciales contienen esencias de plantas y son una manera sencilla de incorporar estas fragancias naturales a nuestros espacios interiores.

Se dice que estimulan el sistema límbico, que es en parte responsable de esta capacidad de formación de memoria, además de ayudar a regular la respiración, la presión arterial y las hormonas del estrés. Los aceites nos conectan con la calma y mejoran el estado de ánimo, beneficios que los aceites sintéticos no pueden conseguir

Cinco aceites útiles para empezar

Lavanda = ayuda a la relajación

Sándalo = agudiza el enfoque

Menta = aumenta la energía

Bergamota = ayuda a controlar el estrés

Geranio rosa = mejora el estado de ánimo y la felicidad