El bienestar es el estado en que una persona se siente satisfecha y tranquila. Lo gobiernan las emociones placenteras como la alegría o la calma.  

La ciencia ha demostrado que es posible utilizar el diseño y la arquitectura para generar bienestar. Ya sea para potenciar emociones placenteras como para ayudar a regular las displacenteras: enojo, miedo, etc,

Para diseñar espacios que potencien bienestar, tenemos que entender como el diseño y la arquitectura influyen en los procesos cerebrales, en el comportamiento y en las emociones. Así podremos potenciar estados de ánimo y mejorar la calidad de vida.

El diseño influye en la experiencia. Algo sentimos cuando entramos a un espacio. Algo agradable o desagradable. Todo lo que nos rodea son estímulos que liberan hormonas que producen emociones. Un espacio puede hacer que liberemos cortisol (hormona del estrés) u oxitocina (hormona de la felicidad)

“Los cambios en el entorno cambian el cerebro y por lo tanto modifican nuestro comportamiento” Fred Gage

“Somos seres emocionales que cada vez que entramos a un espacio reaccionamos.” Frederick Marks

“Fabricamos más oxitocina y serotonina, relacionadas con la relajación y el disfrute, si nuestros entornos son agradables” John Zeisel, PhD

SISTEMA LIMBICO:

El sistema límbico es parte del cerebro que incluye el tálamo, el hipotálamo y la amígdala cerebral. Es el encargado de regular las emociones, la memoria, el hambre, los instintos sexuales y diversos aspectos de la conducta humana.

Su función es invocar emociones como impulsos básicos de supervivencia. Las emociones son reacciones que conforman un patrón de acción. Todas cumplen un papel regulador, destinado a mantener la supervivencia del individuo.

“Nuestros códigos cerebrales se forjaron a lo largo de un proceso evolutivo en que estábamos en espacios abiertos, en la sabana africana (…) Y tenemos circuitos que responden a ese tipo de lugares, y que por ejemplo, hacen que nos estresemos aunque sea de forma inconsciente, cuando estamos en habitaciones estrechas y oscuras.” Francisco Mora (neurocientífico)

El cerebro se encuentra por default en estado de alerta. Esto se debe a su proceso evolutivo. En la antigüedad, cuando un león se acercaba a una persona, el cerebro se ponía en estado de alerta. En este estado, el cuerpo libera cortisol, la hormona encargada de regular el estrés. De esta manera, el cuerpo envía más sangre a las extremidades haciendo que la persona respire más rápido y se disponga a defenderse o correr. Una vez que el agente estresor, en este ejemplo, el león se iba, el cuerpo bajaba el cortisol y la persona volvía al estado de calma.

En la actualidad, los agentes estresores con los que lidiamos son muchas veces nuestros propios pensamientos. Es decir, nos preocupamos por cosas que aún no sucedieron o quizás nunca sucedan: “Y si mi hijo consume drogas?” “Y si me roban por la calle?” “Y si a mi papá lo internan?”.  En estos casos, es posible que la persona se ponga tensa y se contracture.

El cerebro no distingue realidad de imaginario, por lo tanto esos pensamientos se comportan como agentes estresores, liberando cortisol y generandonos estrés, al igual que si estuviesen sucediendo en la realidad, al igual que si un león se nos estuviese acercando.

Sabiendo que el cerebro no distingue realidad de imaginario, podremos de cierto modo, por medio de recursos de interiorismo, “engañarlo” en nuestro favor.

Las emociones placenteras son las encargadas de hacer salir al cerebro del estado de alerta. Por supuesto que hay infinidad de maneras de generar este tipo de emociones. Aquí veremos cómo hacer que los espacios que habitamos nos ayuden a lograrlo.

Pero antes de entrar en el diseño de espacios, quiero contarte brevemente sobre las hormonas y las emociones.

HORMONAS Y EMOCIONES

Son 6 las emociones básicas: felicidad, sorpresa, ira, asco, tristeza y miedo. Cada emoción está relacionada con la segregación de alguna hormona.

Dopamina, oxitocina, serotonina y endorfina: Producen lo que conocemos como la química de la felicidad.

Cortisol: La hormona que ayuda al cuerpo a responder ante el estrés, manteniendo saludable el metabolismo y el sistema inmunológico. El organismo produce cortisol en situaciones de “emergencia” para poder hacerle frente a determinados problemas. El estrés es una sensación normal que, en bajas dosis, puede ayudar a las personas a ponerse en marcha.

El cortisol también está asociado con la capacidad de automotivación de las personas y ser productivos. Un déficit de esta hormona provocaría depresión, baja motivación, desinterés y apatía

Adrenalina: También ayuda a responder ante el estrés, permite al cuerpo reaccionar en caso de emergencia. Esta hormona también está asociada con la capacidad de automotivación de las personas y ser productivos. Un déficit de esta hormona provocaría depresión, baja motivación, desinterés y apatía

EL HOMBRE Y EL DISEÑO

El hombre reacciona ante elementos arquitectónicos. Se trata de respuestas desencadenadas por estímulos: la luz, el color, la altura de los espacios, etc

“Tenemos un cerebro que ha absorbido un entorno que eran grandes extensiones de tierra abierta y ahora hemos pasado a ciudades con calles estrechas y abarrotadas. Eso dispara todos los sistemas de alerta y peligro del cerebro” Mora.

Estar expuestos a olores, ruidos, tráfico, contaminación o espacios estrechos son estímulos detonadores de la respuesta del estrés. Se segrega adrenalina, se activan zonas del cerebro relacionadas con la atención, la ansiedad y aumenta el ritmo cardiaco.

Cuando sentimos dolor físico, se activa un sector del cerebro que nos indica que algo no está bien en nuestro cuerpo para que podamos resolver el problema. Se trata de un mecanismo de supervivencia. Lo mismo sucede ante el aburrimiento, la falta de sociabilización y la falta de estética.

La estética suele estar asociada a lo banal, sin embargo, un espacio que una persona no considera estético activa el mismo sector del cerebro que cuando sentimos dolor, generando estrés, desgaste, etc. Juan Carlos Baumgartner

ELEMENTOS CLAVE PARA DISEÑAR BIENESTAR

En próximas publicaciones, voy a contarte en profundidad los 5 elementos clave que tenes que tener en cuenta para diseñar espacios que propicien bienestar. Estos son: la iluminación, la vegetación, la altura de los techos, el uso del color y los elementos arquitectónicos.

Tene en cuenta que el bienestar es el estado en que una persona se siente satisfecha y tranquila, por lo tanto puede variar de persona a persona.